Relato: "Encantada de conocerte"

Allí estaba otra vez, aquella noche fría y desolada por las calles de New York caminando, fingiendo risas, forzando sonrisas, ha pasado tiempo desde tu ultima llamada, tu ultimo abrazo, tu ultimo beso, tu ultimo "te quiero"... Tiempo de saber que ya te saque de mi corazón pero no dentro de mis recuerdos, si, recuerdos, porque a pesar de todo no me arrepiento de nada, fuiste una linda experiencia en mi vida y aunque ya  te olvide, extraño esa compañía por aquellas noches frías.

Fue entonces cuando lo vi, un chico alto y fornido, aquellos ojos azules que me iluminaron mi mundo, no lo conocía, ni el a mi pero sabia que esa cara de ángel no lo olvidaría nunca. Una fuerte atracción hacia el se apodero de mi, mi corazón latía cada vez mas fuerte a medida que se acercaba, se toco su corto pero hermoso cabello castaño, bajo sus finas y largas manos y se las froto para generar algo de calor en su hermoso cuerpo. Es allí, si es así como nuestras miradas se cruzaron, observandonos nuestros ojos haciendo conexión. Este solo baja la mirada dedicándome la sonrisa, yo solo sonrió ante su acto. Se acerca cada vez más, mi corazón esta apunto de explotar, siento mariposas en mi estomago que quieren liberarse para volar. Me quedo inmune ante tu presencia, tu solos pasas al lado de mi sintiendo tu roce, dedicándome una mirada. Mis manos tiemblan, huelo tu escazo perfume de tu cuerpo que se encarna en mi por un leve momento, pero solo pasas y te alejas de mi como un desconocido, porque lo eres, solo un desconocido.

De pronto agacho la cabeza para observar un luz brillante, ¿que es eso?, claro, su reloj brillaba esperando ser recogido. Lo tome y voltee hacia el, corrí hacia el hasta alcanzarlo "¡Hey, tu!", le grite. Este volteo sonriendo,
note como un brillo resplandeciente le ilumino su bello rostro. Te acercaste, te devolví lo tuyo y empezamos hablar, miles de pensamiento e ilusiones aparecían en mi mente, no podía dejar de ver esos hermosos ojos azules que me movían como tranquilas aguas azules después de la tormenta. La verdad es que no se quien eres, no sabes quien soy, solo se que estoy encantada de conocerte...